Elevator Pitch o cómo vender tu perfil profesional en 1 minuto
La situación del mercado laboral cada vez es más complicada, puesto que existe una demanda que está por encima de la oferta. Esto hace que cada vez haya más competencia para conseguir el trabajo de nuestros sueños. Hoy en día, hay que demostrar nuestra valía en un tiempo casi “récord”, por ello, siempre es bueno tener un discurso de presentación preparado y bien estructurado por si necesitas utilizarlo cuando menos te lo esperas.
Herramientas para un discurso completo
En primer lugar, este discurso que vamos a ofrecer a la empresa no debe ser un discurso de venta, sino un discurso en el que mostremos todo lo que sabemos hacer y cómo lo llevamos a cabo para poder mostrarle a la empresa quienes somos realmente.
Este discurso no se realiza de memoria, sino que es un trabajo de autoconocimiento para tener claros nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles. Eso sí, demostrar que los puntos débiles se pueden convertir en fortalezas.
Para que nuestro discurso esté completo durante el tiempo estimado en el que vamos a demostrar nuestra valía, tiene que responder una serie de preguntas claves para que conozcan lo necesario de ti.
- Describe en pocas palabras qué es lo que vendes y cómo lo haces
- Cuéntales dónde vendes tu producto, qué tan grande es el mercado donde lo haces y qué tipo de industria es.
- También, háblales de la experiencia que tú tienes. En caso de que no tuvieras no te agobies, todos empezamos desde 0, demuestra lo seguro que estás y todo irá sobre ruedas.
- Explícales dónde ves tú el negocio, es decir, por qué crees que de ese mercado laboral vas a conseguir dinero.
- Coméntales cuáles son tus competidores y qué técnicas utilizas para que la competencia sea para ti una ventaja.
- Y, por último, cuáles son tus diferencias respecto a la competencia y qué haces para que eso siga siendo así.
Una vez tengas todas estas preguntas resueltas y bien analizadas, es la hora de empezar a organizarlas de manera que haya una atracción en el discurso.
Cómo organizar el contenido del discurso
Una vez tienes las preguntas bien resueltas, es la hora de organizar el discurso. Para esto, primero que nada debe haber un gancho que capte la atención de la empresa. Da algún dato que te haga diferente al resto y esto haga que quieran seguir escuchándote.
En segundo lugar, el tiempo. El discurso no debe superar 1 minuto de duración, es decir, escribe entre 150-250 palabras. Con esto conseguirás que de manera rápida pero concisa digas todo lo importante. Recuerda que menos es más, así que cuanto más conciso/a seas y más seguridad muestres, mejor impresión darás a tus oyentes.
Haz que sea un discurso que esté lleno de pasión por lo que haces, las empresas notarán tu ilusión y ganas de trabajar y no dudarán en darte una oportunidad.
Una vez hayas finalizado el discurso, ofréceles la oportunidad de poder expresarte durante más tiempo si ellos lo necesitan, acaba con preguntas tipo: ¿quiere que le profundice en algún punto en concreto? Esto mostrará más si cabe el interés que tienes y ayudará a que se decidan por ti.
Sé honesto/a, y si te preguntan por qué deberían escogerte a ti, no les hables de aspectos negativos del resto de candidatos o candidatas, sino que coméntales que solo puedes hablar por ti y de ti, y de toda la ilusión que tienes por empezar en esa empresa.
Algo importante y que no suele venir a la cabeza es el no ser capaces de saber vender nuestro perfil de la mejor manera, pero no te preocupes, esto no va de saber venderlo bien, se trata de tener claro el discurso y nuestras virtudes y demostrárselas al oyente. Puede vencerte la vergüenza, pero si consigues mostrar seguridad, hacer eso no será un impedimento.
Combina la experiencia con la formación, las aptitudes, vivencias personales, la personalidad… Todo en su conjunto hará que de ser un discurso normal como muchos otros pase a ser un discurso único y personalizado.
Otro dato que debemos tener en cuenta es que no solo sirve este discurso para una entrevista, si no para muchas otras cosas, por lo que debemos tenerlo muy interiorizado y saber usarlo cuando se nos presente la oportunidad.
Vender tu perfil profesional es saber diferenciarse del resto de la manera apropiada, teniendo en cuenta en qué situación nos encontramos y destacando aquello que nos identifica, lo que nos hace diferentes.
Una vez tengas todos estos puntos súper claros, solo queda practicar el discurso creado, ensáyarlo las veces que sean necesarias hasta que seas capaz de contarlo de manera natural. Esto es el punto más importante, puedes tener el discurso perfecto, pero si no tienes seguridad en lo que estas contando, no servirá de nada.
Y cuando lo tengas todo perfecto, adelante, no te cortes, preséntate como tú solo sabes y lo único que te quedará será triunfar en cualquier oportunidad que se te presente. ¡Ánimo!